domingo, 3 de mayo de 2009

Logaritmos: Astrolabio de Cornellius Gemma (Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, Madrid)

Hemos visitado el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología en la antigua Estación de Delicias en Madrid y nos hemos encontrado interesantísimos instrumento matemáticos: astrolabios, compases ( acimutal, de proporción, de cuadrante, de artillería), ballestillas o radio astronómico, radio latino, sextantes, cuadrantes,….
Con estos instrumentos y la trigonometría se podía navegar, sobre todo a partir de los siglos XV y XVI por todos los mares sabiendo con exactitud donde se encontraban, se hallaban latitudes, distancias, alturas, horas,…….
El astrolabio que más nos llama la atención de este museo es el de Cornellius Gemma (1535-1578), (hijo del matemático Gemma Frisius famoso por su célebre taller de instrumentos matemáticos en Lovaina) , debido a que en una cara del astrolabio, en la corona exterior, presenta una tabla trigonométrica , donde se encuentran los valores de la tangente, la secante, el arco y el seno, de los ángulos más conocidos , cada una de ellas se encuentra en un cuadrante.

La Trigonometría en aquellos momentos era imprescindible.
En el reverso de este astrolabio sobre la Proyección Universal (representación de una esfera en un plano mediante una proyección estereográfica) de la bóveda celeste, se encuentran marcadas las posiciones de las estrellas más importantes
El astrolabio (del griego: astro: estrellas - labio: el que busca) es un instrumento que permite determinar las posiciones de las estrellas sobre la bóveda celeste.
Durante los siglos XVI hasta el XVIII el astrolabio fue utilizado como el principal instrumento de navegación. Los astrolabios eran usados para determinar la latitud a partir de la posición de las estrellas y determinar la hora, para conocer la posición exacta del barco en cada instante.

El astrolabio se basa en la proyección estereográfica de la esfera. Al principio se necesitaba una placa de coordenadas de horizonte distinta para cada latitud, lo que suponía un gran inconveniente, hasta que el astrónomo andalusí Azarquiel, Abu Ishäq Ibrahim Ibn Yahyà al-Zarqalluh, (1029 Toledo -1087 Sevilla) , en el siglo XI, encontró una placa única que servía para todas las latitudes, al desarrollar la azafea, un instrumento, parecido al astrolabio, de observación, que resolvía problemas de astronomía esférica.


A partir de este momento se pudo navegar por todos los mares con la tranquilidad de saber donde se estaba en cada momento.
Este instrumento fue indispensable hasta la aparición del sextante.

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